domingo, 26 de junio de 2011

Requiem por una tabla de planchar

Aparece en la madrugada de ayer, el cadáver de esta tabla de planchar que durante más de una década fue sometida a excesos por su dueña.

Valladolid
Una llamada de teléfono alertó en la madrugada de ayer a los agentes policiales de la presencia de  una tabla de planchar sin pulso y con claros síntomas de violencia. Su dueña, S.C.C ha pasado  ya a disposición judicial y es la principal sospechosa del homicidio. La acusada sostiene que su tabla de planchar ya venía dando muestras de mala salud durante años, pues sufría de camisositis y calcificaciones laterales además de cojera congénita y añade que "se trata de muerte natural", mientras el testimonio de otros electrodomésticos pone en duda la inocencia de la dueña. El microondas dice ser utilizado para descongelar pollos  sin posibilidad de descanso y a la máxima potencia, declaración respaldada por la fregona y la lavadora que han querido contar algunas de las prácticas abusivas de S.C.C para este medio: "algunas veces me retorcía tanto la cabeza que mis pelos cambiaban de color y cuando yo protestaba, ella me amenazaba con matarme para hacerse una peluca", declara compungida la fregona que ha preferido  permanecer en el anonimato.
Sobre estas líneas, la tabla de planchar yace en ele suelo aún con restos de herrumbre.

La magistrada encargada del caso, Doña Marisol Cagurrín Peláez  explicó que la imputada podría enfrentarse a sendas penas de 10 años de cárcel y a trabajos para la comunidad de vecinos.
Familiares y amigos acompañarán esta tarde a la desconsolada esposa de la fallecida en un funeral multitudianario donde no faltarán representantes de todos los partidos políticos y de la asociación española de mutilados del hogar así como de la ADDE ( asociación para el derecho al descanso del electrodoméstico) cuyo secretario Palomino Peláez de Colchón afirma que " por desgracia cada vez son más los casos como este"
En la foto se muestra el último trabajo realizado  por la difunta, antes de ser difunta, claro está

En la foto de la izquierda, la esposa de la fallecida, visiblemente afectada, da la espalda a las cámaras y no ha querido aún hacer declaraciones.