jueves, 26 de enero de 2012

Y Dios creó a la matrioska

(Reinvindicaciones entre feministas y teológicas a precio de ganga)

De izquierda a derecha:

1. Katiuska Zhukoski, 2. Irina Skova, 3. Aspirina Poliakova, 4. Milenka Poliakova, 5.Ramona Vodka

Durante siglos se ha pensado que la matrioska es un objeto tonto, un tonelillo hueco en cuyo interior no puede haber más que otra matrioska más pequeña y dentro de esa otra más pequeña y así hasta el infinito.
Pero todas las matrioskas son distintas. Tienen un cuerpo, un nombre y un corazoncito, igual que lo tiene el inmigrante ilegal, le pese a quien le pese. Cuando Dios creó a la matrioska fue injusto con ella: le hizo muy pocas concesiones. Pero si la matrioska dejara de ser matrioska y de contener en su interior matrioskas más pequeñas que a su vez contuvieran o contuviesen otras más pequeñas, sería el fin, no solo de las matrioskas sino también de los patrioskos y entonces el mundo se iba a enterar de lo que vale un peine y pedirían por favor a la matrioska que siguiera poniendo huevos y le pondrían de una vez y de verdad las cosas fáciles para que pudiera ser matrioska sin renunciar a ser persona.
1
Katiuska Tilla, de soltera Katiuska Zhukoski , es la tatarabuela de Ramona, la bisabuela de Milenka, la abuela de Aspirina y la madre de Irina. Nació en Moscú el 14 de julio de 1889 en el seno de una familia noble venida a menos, justo un siglo después de la Revolución Francesa cuando ya habían sido proclamados los Derechos del Hombre y del ciudadano, pero no los de la matrioska, así que las pasó bastante canutas. Tenía un talento especial para la física pero nunca lo supo, igual que nunca supo que su destino era descubrir la Teoría de la Relatividad, que nunca descubrió porque sólo aprendió a leer, a escribir y a venerar a los zares. De jovencita tocaba cada domingo un órgano heredado que ponía los pelos como escarpias. Se casó con Aitor Tilla, un pescador vasco que llegó por confusión a las costas del Báltico persiguiendo a una lubina. Aitor Tilla pidió la mano al padre de Katiuska, el padre de Katiuska dijo que sí y cerraron el trato poniéndose los dos muy coloraos a base de vodka. No sabemos qué le gustaba a Katiuska porque no se lo preguntó nunca nadie. Ni siquiera estamos seguros de que le gustara su marido: Tuvo a su hija Irina y otros ocho hijos más. Cuidó a sus hijos y a sus padres, cocinó, cosió, aró la tierra a cuarenta grados bajo cero y un día se murió. En su tumba pone Katiuska Tilla 1889-1940
2
Irina Skova, de soltera Irina Tilla es la madre de Aspirina , la abuela de Milenka y la bisabuela de Ramona. Nació en 1917 en las afueras de Moscú y fue la mayor de nueve hermanos.
Se casó con Jacobo Skov, un judío con tendencia a la obesidad mórbida, sobrino de Einstein y tuvo tres hijas como tres botijas. En su diario dejó dicho que su mayor pasión era bailar la polka pero postpuso el aprendizaje de la misma para una temporada de tiempo libre, así que crió a su primera hija, luego a la segunda, luego a la tercera, cuidó a su padres ya mayores, cocinó tres veces al día durante 60 años, cosió y aró la tierra - esta vez colectivizada gracias a la revolución bolchevique - pero a cuarenta grados bajo cero igualmente, se sumó al proletariado y dejó el pellejo de sol a sol en una fábrica estatal de conservas en sus últimos años. Murió de repente mientras leía a Engels en el descanso del turno de noche. Nunca bailo la polka.
Su tumba fue destruida por la caída de un meteorito, así que no sabemos más sobre su epitafio ni sobre su existencia.
3
Aspirina Poliakova, nació con dolor de cabeza en 1948 y a veces sus jaquecas eran de tal magnitud que confundían a los sismógrafos locales. Pobrecita Aspirina, tampoco ella pudo salvarse a sí misma.
Conoció a un francés adorable que tocaba la guitarra en la Plaza Roja, se enamoró por igual de su chupa de cuero, de su pelo castaño ondeando al viento y de su estudiada caída de párpados cuando cantaba Heart of Gold de Neil Young . Aspirina se rindió a los encantos del francés, y el francés a los encantos de sus trenzas de muñeca rusa colocadas en forma de diadema. Aspirina se hizo hippie: no quiso volver a usar sujetador y hubiera querido dejarse crecer los pelos del sobaco - de haber tenido sobaco, pero las matrioskas son para bien y para mal seres compactos - Aspirina y el francés no fallaron ni una causa: de mayo del 68 fueron al festival de Woodstock donde besaron la camiseta sudada de Jimmy Hendrix, se manifestaron en contra de la Guerra del Vietnam y practicaron el amor libre. Aspirina sintió el deseo de ser madre y tuvo a su hija Milenka que nació y vivió en una comuna. Aspirina, siempre con dolor de cabeza, crio y educó a su hija y a puñados de niños de la comunidad, cocinó tres veces al día durante años y plantó lechugas mientras el francés, que era un encanto, compartía las gracias que Dios le había dado con otros seres, no se cansaba nunca de practicar el amor libre, porque libre era él, sin ataduras, ni hipotecas ni aburguesamientos. Aspirina se cansó de dormir sola y una mañana tomó un vuelo de vuelta a Rusia, que ya se llamaba U.R.S.S, pero por poco tiempo,y se reencontró con sus padres que habían envejecido brutalmente por culpa de la Perestroika. Pobre Aspirina: se le cayó encima el país y a punto estuvo de hacerse efervescente. Aspirina, en la actualidad cuida de sus padres y de su nieta Ramona a tiempo completo. Además plancha, cocina y no encuentra solución a sus jaquecas. Jean le Boudin es un conocido activista que pasa seis meses al año en países en vías de desarrollo, tiene sitio web y posa para los medios guiñando un poco el ojo derecho porque un día mirándose en el espejo descubrió que el gesto le favorecía.

4
Malenka Poliakova, nació en 1973 y nunca conoció a su padre. Fue una niña hippie que andaba descalza y pintaba en las paredes. Pintaba con las manos, con los pies y con el alma y además fue la primera universitaria de esta saga de matrioskas. Se fue de erasmus y viajó un poco. Se enamoró media docena de veces y se enamoró de verdad, pero no perdiendo de vista la premisa de "vida no hay más que una", tuvo la firme  resolución de no dejar que nada ni nadie le aguara la fiesta, así que iba poniendo puntos finales a sus idilios. Malenka Poliakova tiene tantas ganas de vivir como de pintar,tiene además dignidad y una hija: Ramona. A Malenka Polianova le tocaron tiempos de precariedad laboral y crisis así que para sacar adelante a Ramona trabaja mañana y tarde, fines de semana, festivos y algunas noches. Cuando llega a casa la mini-matrioska Ramona ya está dormida y Malenka demasiado cansada para pintar. Malenka cocina tres veces al día, friega, plancha, cambia pañales y toma lexatines. Un día, en medio de un resplandor cegador dentro de su cocina , se le apareció una matrioska azul que aseguraba venir del futuro, y Malenka se ilusionó pensando que era su hada madrina, pero de eso nada monada: era una representante de lejías y las noticias que traía del futuro no eran nada alagüeñas para el género matrioskil. La matrioska azul dejó a Malenka una botella de lejía y desapareció diciendo: "Neutrex Futura, blancura sin salpicadura" y cada uno que interprete esto como quiera.

5
Ramona Vodka tiene cinco años y todo el futuro por delante. Ramona es una matrioska diminuta y no sabemos si en su interior quedarán ganas y sitio para contener a más matrioskas, porque las muñecas rusas también tienen memoria histórica y Ramona está cansada por ella, por su madre, por su abuela, por su bisabuela y por su tatarabuela. Nació en la era del capitalismo salvaje y de todas sus consecuencias: la inmediatez, la idiotez y la velocidad. Tiene una abuela a tiempo completo y una madre que la mira cuando duerme. No sabemos cuántas veces al día entrará en el féisbuk, cuando tenga feisbuk ni si echará raíces delante de una televisión viendo La Selva de los famosos. Es posible que también ella quiera ser rica y famosa, que se ponga tetas y se acueste con los directores de los programas del corazón. Puede que Ramona Vodka eche a perder todos los progresos de su género y no sabría yo decir si no es ésta una decisión mucho más inteligente de lo que parece.
 O puede que Ramona Vodka, no deje para mañana lo que pueda hacer hoy y aprenda a bailar la Polka, para alegría de Irina Skova que se removerá en su tumba, y pinte si quiere pintar las paredes, los techos y el careto de los famosos. Puede que se anime a tener matrioskas minidiminutas pero maxifelices porque el Patriosko todopoderoso por aquellos entonces ya se haya decidido a devolverles su tiempo. Puede que esta devolución tenga efectos retroactivos y le devuelvan de paso el tiempo de su madre, el de su abuela y el de su bisabuela, pero de momento, las únicas noticias que tenemos del futuro, hablan de lejía…