martes, 29 de diciembre de 2009

Haciendo jabones

No será justo ni patriótico, es más: sé que me he globalizado, pero yo rotundamente prefiero a Papá Noel frente a los Reyes magos. No me digan que no es entrañable Papá Noel con su traje rojo de Coca-cola, la alegría de vivir, sus renos volando y sus campanillas. Me recuerda a mi padre cuando paseaba a Milú y Milusina ( en el barrio lo apodaron Santa Klaus, pero este es otro de esos episodios prohibidos de mi padre, como el del cortauñas y que merece una entrada en exclusiva). Decía que los Reyes Magos no me hacen gracia, como ya se sabe no me gustan las monarquías aunque sean monarquías magas y tampoco me gustan los camellos con su cara de mala leche. Donde esté un reno con su cornamenta aterciopelada que se quite un camello.
Bueno, estos preámbulos para decir que Papá Noel nos trajo un juego de hacer jabones que nos ha tenido tres días tontas: a mí me han fascinado los jabones en sí mismos y la manera en que se desmoldan que es todo un placer para los sentidos. Sospecho que a Blanca y Lucía lo que les gusta es toda esa parafernalia alquimista de botecitos, liquidillos de colores y hacer mezclas....
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6 comentarios:

  1. Los jabones quedaron muy lindos realmente; ¡es increíble cómo ese taller no da abasto y está todo el tiempo creando cosas nuevas!
    Yo a los Reyes si son magos aún los digiero, cosa que no me sucede con los otros ni tampoco con la ineficiencia de Herodes. Porque si te pones a hacer una tarea, ¡hazla bien!. La verdad sea dicha.

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  2. Huy huy huy, pues a mí deme usted tres reyes magos como dios manda, con su pluralismo étnico y su alianza de civilizaciones y su ristra de pajes, no me gustan ni nada Papá Noel ni sus azafatas en bikini cantando jingles absurdos ni su trineo volador, que no se lo cree ni él, menuda modernura, un trineo volador, amos hombre...

    Yo quiero un jabón de las siguientes características: que huela a fresa o a frutos silvestres del bosque, que cure la sequedad de la piel, que detenga la caída del cabello y lo deje brillante y con cuerpo, que tenga un cuarto de leche hidratante, que cueza a la vez que enriquezca, que contenga música y un dispositivo con lucecitas-láser y a ser posible que tenga la cara de María del Monte.

    -Si no pudiera ser así, uno de molusco.

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  3. No hay problema, señor de las moscas, cualquier molusco se parece a María del Monte, veremos cómo conseguimos las lucecitas láser......

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  4. jajajaja, que bueno esto de los jabones. Me gustan un monton, pero me da pena usarlos. Hace tiempo tuve un elefante rosa y con el uso acabo siendo solo un muñon, pobrecillo!.

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  5. Urte berri on Sara

    No medes envidia con eso de hacer cosas con las niñas. Aquí no somos nada manuales así que ni los jabones podríamos hacer

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  6. Ah, jajaj qué risa Yolanda, es verdad que da pena usarlos: nosotras hemos empezado por el caballito de mar y ahora parece una lagartija!!

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